Hacer una resolución de tener un año nuevo para ser diferente es un gran primer paso en la dirección correcta. No es difícil organizar y tomar la decisión de regresar a una relación con Dios. Si sigues leyendo esto es porque realmente te interesa, así que aquí tienes algunos consejos.

Enfócate: si sabes lo que quieres, harás lo necesario para cumplir tu propósito. Lo ideal es que te pongas metas a corto plazo. Aveces el fracaso viene por tratar de abarcar mucho en poco tiempo. El progreso es paulatino, esto quiere decir que un día puedes empezar a identificar tus debilidades para ir acostumbrándote a una vida con cambios, otro día puedes empezar a evaluar las amenazas, bien sea en una iglesia o investigando por ti o hasta viendo vídeos en YouTube. Lo importante es que sepas que en el primer día no puedes abarcar debilidades y amenazas, al principio cuesta un poco.

Organiza tus debilidades: toma tiempo analizar tus debilidades del día sin olvidar ni una, planifícate con una meta, asegúrate de que estas cumpliendo con todos los pasos necesarios para superar cada debilidad. Puedes empezar por guardar tu corazón y así tendrás menos traumas. También esto te sirve para ser más efectivo en cada cosa que haces diariamente.

Prioriza las actividades del día y distribúyelas para cumplir con todas: a mi me funciona muy bien que apenas abro los ojos hablo con Dios, así empiezo mi día enfocada y prácticamente "me olvido" de pensamientos que me cargan en mi jornada. Párate media hora antes cada día para que te puedas organizar, parece poco, pero ya diferencia es enorme.

Anímate, este estilo de vida es muy beneficioso para tu salud y tu estado emocional en general y sobre todo para una buena relación con Dios.

¡Notaras cómo tu vida empezará a cambiar!