Esta experiencia que te voy a contar hoy la estaba esperando hace más de 9 años.

Siempre me levantaba esperando que alguien me sorprendiera desde la noche anterior creaba una expectativa en mi pero nunca era completada.

Quería que un padre me hiciera sentir especial para que restituyera el no vivir conmigo pero nunca pasooo.. Una madre se levantará y me atendiera como la niña de sus ojos y nunca pasooo... Amigos que me diera valor pero nada pasooo..Un novio que me consintiera pero nada pasooo.. Un hijo que expresara más cariño ese día pero nada pasooo. Cada año moría en el intento y me sentía sola.

Hace 2 años comenzó mi proceso con Dios porque él quería quebrar en mi ese anhelo de mi corazón, que aunque no era malo lo tenía como un dios. Ese año fue tan doloroso para mí porque creía que como estaba con Dios algo él iba hacer algo súper súper especial. Pero ¡vaya sorpresa! Que nadie se acordó, osea nadie me llamo. Llore llore y llore me decepcione tanto que al final del día lo único que pude sentir fue el consuelo de Dios.

El año pasado tenía aún un chin de esperanza en Dios pero solo algo casual para mi paso, me regalaron una torta y compartí con 4 persona, ¿Pero a quien iba a engañar? Tu sabes que uno siempre espera más. El golpe ya no fue tan duro lo pude asimilar. Esa noche no llore solo esta un poco triste pero pude agradecer.

Para este año no esperaba nada ni aún Dios y lo más maravilloso es que me ha sorprendido colocándo a mi lado persona que me aman. ¿Por qué más agradecer? He podido ver como he crecido y he madurado en Dios y llegar al punto de evadir la decepción.

Un año de vida es un regalo, el simple hecho de poder respirar es una bendición. Hoy puedo decir que le agradezco a Dios por enseñarme a darle valor a lo simple de esta vida que me a permitido tener.

Este año pude enfocarme en cada persona que ama compartir conmigo, que valora cada consejo y ha desenfocar mi atención de esos que no lo aprecian.

¿Y tu que expectativa tienes cada año en tu cumpleaños?

¡FELIZ CUMPLEAÑOS PARA MI!